Timos y Estafas
Métodos y Variantes en España y el Mundo
Métodos y Variantes en España y el Mundo
16 de Diciembrede 2.016
Un timo no es mucho más que la intención de ganar algo a cambio de nada mediante el engaño y puede llegar a tener una connotación simpática al recordar los timos más clásicos, lo trágico viene cuando se convierte en estafa.
Los timos existen desde que el mundo es mundo, siempre ha habido pícaros que han querido ganarse la vida de una manera mas cómoda, intentando hacerse con lo ajeno sin necesidad de trabajar. Los hay más graves, los hay más cómicos, los hay más complejos, pero siempre hay un denominador común en todos hay un individuo que se quiere aprovechar de otro, alguien que tiene un interés en conseguir algo de una forma poco ortodoxa y no hablo del timador…hablo de la posible víctima, del timado, del “primo” ya que el timo existe porque él es precisamente quien genera que esto exista o suceda ya que quiere aprovecharse de una situación puntual y a priori lucrativa y a bajo coste.
Habría que preguntarse quien tiene más delito, si el que intenta timar o estafar o el que es estafado debido a su codicia, ya que este es el único motivo que se necesita para que el timo funcione y esto los timadores lo saben muy bien.
La base de todos los timos es la misma, la avaricia de alguien que quiere algo que se le ofrece mediante un método más o menos preparado, pero del cual éste ve un beneficio con poco o ningún importe o uno muy inferior al que debería tener aquello que le ofrecen.
Timos hay muchos y aunque todos, como ya hemos dicho, tienen la misma base, la picaresca y la aparición de nuevas vías facilita que se no solo se propaguen cara a cara como hasta ahora había ocurrido si no que interviene por ejemplo Internet, haciendo que los timadores confeccionen cuestiones tan elaboradas como para hacer picar al “primo” y así lucrarse sin necesidad de aportar nada o muy poco, incluso sin llegar a moverse de sus casas.
A mi me gusta diferenciar entre los término timo y estafa ya que a mi entender no son lo mismo aunque utilicen las mismas bases. El timo tiene un componente que suele ser el beneficio de uno frente a la avaricia de otro y no suele intervenir nadie más, independientemente de si se logra con o sin éxito. La estafa suele ser algo más profunda, más elaborada y busca lucrarse sin mirar el alcance real del daño, donde pueden verse involucrados, incluso gente que no tiene nada que ver con ello, directa o indirectamente. Tristemente cuando además intervienen inocentes como enfermos, discapacitados o niños, la cosa adquiere otra connotación más agresiva, la base es la del timo, el desarrollo el de la estafa pero la finalidad es más profunda que todo eso y trasciende a la ética y a la moralidad aceptables convirtiendo al personaje en algo incalificable. Por desgracia uno de los últimos acontecidos en nuestro país ha sido precisamente uno basado en estos actos, hablamos de la estafa montada por Fernando Blanco un mallorquín, padre de una niña con una enfermedad relativamente rara (Trico-tio-distrofia, enfermedad de origen genético que suele presentar manifestaciones en forma de envejecimiento prematuro, retraso en el desarrollo físico y mental, fotosensibilidad en la piel, etc), que lleva usando esto como base para hacerse con una cantidad ingente de dinero a través de donaciones de instituciones y particulares y que el único beneficio que buscaban era la posibilidad de que Nadia, su hija, salvara la vida, de una enfermedad que le provocaría la muerte en un muy corto espacio de tiempo según él ya que se sabe que sí es mortal hasta los 10 años de vida, Nadia ya ha superado esa barrera pues tiene 11 y aunque incurable si tiene tratamiento para paliar los síntomas. Ahora serán los tribunales quienes dictaminen el alcance del suceso.
Hay que decir que cuando un acto se considera un timo, sobre todo los ya comúnmente conocidos, como la estampita, el tocomocho, el del pasteleo, que hablaremos a continuación de ellos entre otros, quién no se ha alegrado, incluso de que el timo haya funcionado por y para escarmiento de la propia victima, el timado que ha querido beneficiarse a costa de otros. De estos y otros timos hablaremos a continuación.
Como ya hemos adelantado los hay antiguos o tradicionales y los hay más actuales o novedosos debido a la aparición de Internet. Empezaremos comentando, posiblemente uno de los más famosos y conocidos, casi seguro por aparecer en películas de nuestro cine de los años 50 y 60, como “Los Tramposos” protagonizada por maestros como, los ya desaparecidos, Tony Leblanc y Antonio Ozores, o “…Aquí, el que no corre, vuela” de los años 90, con el gran Arturo Fernández y José Coronado donde se narran las vidas de unos personajes que intentan buscarse la vida a través de timos diversos como el icónico timo de la Estampita o el Tocomocho entre otros, con ellos que empezaremos nuestro repaso, lógicamente no están todos y nunca lo estarán ya que la mente humana es capaz de perpetrarlos más rápido de lo que nosotros podemos plasmarlos. Hablaremos de…
- La estampita
- El timo del tocomocho
- Timo del pasteleo
- Timo del calentador
- Timo del atropello
- El inspector del agua
- El cobrador del gas
- Timo del antenista o cristalero
- Timo del falso capitán
- Timo del nigeriano
- Piso de alquiler barato - coche con propietario en otro país
- El timo de la Biblia
- El billete marcado
- Los billetes negros
La estampita: un clásico
La práctica habitual era hacerse pasar por un personaje con algún tipo de discapacidad mental o retraso psíquico adquirido, claro está. Los lugares solían ser sitios concurridos donde las prisas y los nervios estaban a flor de piel, estaciones de tren, metro, parques públicos, etc. Luego buscaban a una victima propicia, una estación de tren solía ser un buen emplazamiento, la llegada a primeros de siglo de cantidad ingente de personas procedentes de los pueblos de nuestra España hacía de estos una buena elección ya que se les tenía por gente menos espabilada, sin malicia ni picarescas, creyentes de que el ser humanos es todo honestidad y bondad. También había un “gancho”. así se denominaba al ayudante de éste. Un segundo delincuente que aparece, como si fuera un transeúnte más, hacerlo ver que la situación era real y entre los dos, víctima y gancho hacerse con el premio.
En la versión más clásica de este timo, que se remonta a los primeros años del siglo XX, se dice que creado por un tal Julián Delgado. El caso es que aparece este supuesto disminuido y aborda a la víctima a la que obsequia con un billete de curso legal de cierto valor que saca de un sobre que, aparentemente, está lleno de estos, como si fuera una estampa de un santo o virgen, no dándole importancia alguna al valor de éstas. La victima una vez ha visto la situación y creyendo en la falta de malicia por parte de una persona discapacitada e ignorante de lo que está haciendo presta más atención al hecho. Entonces es cuando aparece el gancho, el compinche, el segundo estafador, simulando ser un ciudadano cualquiera que pasa por allí de manera casual, éste se interesa igualmente tras decirle a la victima que entre los dos podrían hacerse con el sobre que está lleno de dinero por una cantidad ínfima, inferior claro está que lo que supuestamente contiene este. Tras una breve charla entre ambos deciden darle lo que ambos llevan encima. Una vez hecho el intercambio del dinero tanto timador como gancho huyen, argumentado este último, para hacer más creible la situación y aprovechar ese lapso de tiempo, que se reunirán ambos en cualquier sitio elegido previamente, y relativamente lejos del lugar para hacer el reparto oportuno, cuando la victima llega al lugar y al ver que su aliado no llega éste decide abrir el sobre donde se encuentra su gran capital… un sobre llenos de recortes de periódico sin valor alguno. Hay que resaltar que aunque cueste creerlo, este timo, por otra parte tan conocido como elemental, todavía funciona ya hay ingenuos, que no inocentes, que caen en la trama.
El Timo Del Tocomocho
Otro timo de la época y muy conocido por todos por darse aún en nuestros días es el del Tocomocho, aquí el perfil de primo o palomo suelen ser personas mayores.
Este timo es una estafa tradicional y suele desarrollarse en lugares de mucho tránsito dónde el estafador aborda a su víctima diciéndole que tiene un billete de lotería premiado y que por causas diversas no puede cobrar, la falta de tiempo, la pérdida del tren o el avión, etc., el tener alguna necesidad imperiosa como una enfermedad o algo así suelen ser la más usadas. Una vez que ha obtenido la atención de su supuesta víctima le ofrece venderle el billete de lotería por menos del importe premiado, suelen ser cantidades pequeñas, para no levantar sospechas y sobre todo que se las puedan hacer efectivas sobre la marcha o lo antes posible.
Para dar mayor credibilidad al timo entra en juego un compinche, un segundo estafador el denominado gancho, interesándose por la conversación de los intervinientes, éste suele llevar consigo un periódico con la lista oficial del sorteo y aseverar la autenticidad del billete y del premio. La victima ante la posibilidad de que alguien se le adelante y le quite la opción de hacerse con él, ya que el gancho hace lo posible porque ésta lo crea, decide comprarle la participación del sorteo en cuestión. Lógicamente una vez que va a cobrar el supuesto premio se entera que ha sido víctima de una estafa.
Una versión más moderna y actual, ya que intervienen las redes es la lotería extranjera.
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